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lunes, 9 de febrero de 2015

Reflexión 1

En las primeras dos semanas aprendimos sobre el buen uso de la tecnología en la sala de clase y también sobre cómo crear un blog. Nunca en mi vida he sido una persona tecnológica, pero siempre he estado de acuerdo con que la tecnología es beneficiosa en la sala de clase. Gracias a los estudios de West Virginia Basic Skills y CHILD de Florida analicé que los estudiantes cooperan y se envuelven más en las actividades escolares y que lo único que demuestran estos instrumentos tecnológicos son aspectos positivos. Si la tecnología puede ir cambiando los ánimos de las personas para aprender y motivarlos a ser todo lo que imaginan, el mundo estaría mejorando indiscutiblemente. Una mente creativa puede combatir al mundo entero.
No hay palabras para explicar lo emocionada que estuve en el proceso de cómo hacer un blog (siendo esto lo más que me gustó). Desde un principio tuve miedo a fallar en algo ó que fuera demasiado difícil que me daría por vencida. Pero resultó todo lo contrario, en las clases que tuvimos presenciales aprendí demasiado y no fue difícil para nada. El profesor nos fue explicando paso a paso y en cada momento que no entendía algo me repetía y eso me hacía sentir bien. Ese ''feeling'' de sentirse útil y sentir que puedes crear un mundo nuevo. Luego de crear el blog comenzamos a publicar artículos y videos en él y fue muy interesante. Existen tantas páginas educativas que muchas veces no tenemos conocimiento y son de gran provecho. Doy gracias porque hasta el momento todo lo que he aprendido sé que lo utilizaré en un futuro y hasta podría ayudar e informar sobre estas herramientas a alguien que no tenga conocimiento. Nuestro objetivo debería ser preservar el pasado utilizando la tecnología avanzada que tenemos. Mi pensar es que el único cambio imposible de realizar es el que uno no quiere hacer. Si estamos dispuestos a aplicar la tecnología en la sala de clase, en nuestros hogares y trabajos, tendríamos un océano de oportunidades enfrente a nosotros.